El otro día un amigo me platicaba que si los autobuses no estuvieran tan sucios y con mal olor, ese sería su principal medio de transporte, y no el coche.
La realidad es que existen varios aspectos que rodean la falta de uso del transporte público: las distancias de la parada del autobús al destino que se dirige una persona son muy largas; la inseguridad en las calles hacen que las personas opten siempre por un coche –antes gastar gasolina que andar a pie–; la poca eficiencia del transporte, ya que a veces tarda mucho en pasar o ni siquiera da la parada; el mal trato que muchos conductores dan a los usuarios, entre muchas otras.
Algo muy distinto está pasando en la capital de uno de los países nórdicos: Helsinki en Finlandia. Ahí cuenta con un servicio confiable y eficiente, características que motivan a los finlandeses a usarlo; ese es el propósito de proveer un buen servicio, incentivar su uso y con esto, mitigar los daños al medio ambiente.
Estas acciones se llevan a cabo con la finalidad de que el uso del coche quede extinto para 2025; el plan de esto no es prohibirlo, sino ofrecer más opciones de movilidad sustentable y tener un estilo de vida amigable con el planeta. Tal vez es difícil concebir esta idea porque siempre se ha utilizado el coche, sin embargo, se busca plantar en la mente de la gente la idea de que este medio de transporte no es esencial para moverse.
En Helsinki, la idea de “tener carro” ya no es sinónimo de estatus, lo cual es el primer paso para llevar a la gente por el camino de la sustentabilidad; este pensamiento vive sobre todo en la mente de los jóvenes, por lo que se busca mantenerlo y disminuir su uso casi en su totalidad en 10 años.
Además, habrá una sinergia con la tecnología, pues las personas podrán planear sus viajes en una aplicación para smartphones. En ésta se indicarán los horarios y las rutas para que las personas puedan organizarse mejor; además tendrá la opción de elegir el transporte de su preferencia: autobuses, bicicletas, taxis o tranvías. Se planea que esto se ponga en práctica para finales de 2014.
Un transporte limpio, eficiente y confiable sí invita a usarlo; quizá ese es el llamado para otras ciudades, como Guadalajara, en donde existen muchas ineficiencias en el transporte público. Quizá la capital finlandesa es un ejemplo para muchas autoridades, un ejemplo de servicio al ciudadano y de preocupación por el medio ambiente.